-La alambrada está tensa, me da miedo- murmuró ElHombredePaja, dudando sobre si cruzar o no y eso que lo que se veía tras ella era un festín en OZ. Banqueros, empresarios, políticos y simpatizantes devoraban la carroña de nuestro sudor.
-Pues a mí… ¡NO! -exclamó decidido ElHombredeLata- ¡ha llegado el momento!- y agarrando fuerte a Dorotea, caminó.
Mientras, a lo lejos, un hombre (¿griego?) se suicidó.
Gracias Liacice, ahora pongo el enlace a tu blog en el listado de participantes.
Kss
Gracias a vosotras. ¡Me siento feliz por participar!
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Es curioso que en esta crisis financiera no se suiciden los banqueros. Está claro, vienen a por nosotros, y debemos ser como el ElHombredeLata. No debemos esperar a que otros nos saquen del fango.
Si que es curioso que no lo hagan e indignante. Muchas gracias por acercarte y dejar un comentario
La arboleda no nos deja ver los cadáveres que se están quedando en los caminos, gracias por mostrárnoslos.
:o)
Hay que afinar los sentidos, las verdades están ahí, fuera -como decía Madler- pero no siempre se ven con un vistazo rápido.De nada, en otras ocasiones, los que agudizáis mis sentidos sois otros. Un beso lluvioso (granizado, más bien)
Esstá claro debemos romper esa alambrada no podemos quedarnos parados. Me gusta como lo has contado.
Besitos
Sí, siento esa misma convulsión clarividente: hay que hacer algo. la etapa pseudoburguesa, acomodada, pasiva, abotargada,…ha acabado. tenemos que hacer algo, saltar esas alambradas, con los miedos precisos, justos, aquellos que nos hagan ser prudentes sin atenazarnos,…pero actuar, estar despiertos.
Gracias, Elysa, por tus ánimos, estoy empezando en esto de la escritura y camino a gatas, a «tentones» -como decimos en mi tierra-, pero con ganas e ilusión.
¡Ójala, las piedras se acerquen a mi oído, a murmurarme bellezas como te susurran a tí o lo hagan algún día cercano!.
Un abrazo
We’re off to see the Wizard
The Wonderful Wizard of Oz
We hear he is a Whiz of a Wiz
If ever a Wiz there was
If ever, oh ever, a Wiz there was
The Wizard of Oz is one because
Because, because, because, because, because
Because of the wonderful things he does
We’re off to see the wizard
The Wonderful Wizard of Oz!
Ay, perdona, es que me encanta esta canción y siempre la lío con el trabalenguas. Siento que no tenga nada que ver con el hilo de vuestros comentarios, pero…
Un beso from the lonely hearts club band.
Ja, ja, ja, ja. Genial. ¡Perdonada estás, señorita cantarina!. ¿Cómo no hacerlo si de la mísmima banda «The Lonely Hearts Club Band» se trata y, con ingenio, me vienes a cantar este tralarará lioso?.
-¿Qué nos aleja del ceño fruncido y nos distrae, por un momento, de las indignaciones?.No temas. Al contrario, no eres tú la culpable. No, no. Somos así, volubles pajarillos que rompen a tararear con un simple «plis», por muy peliagudo y tremendón que sea el asunto.
-¿Por qué negar la evidencia? Incluso en los peores momentos, la chispa de la vida se nos cuela y eleva la comisura de nuestra boca o nos provoca una erección. La misma que debió tener ese ahorcado (que -como nos cantaban los modernos de los ochenta- «todos los ahorcados, mueren empalmados»).
¡Ya ves, lakittywoo, cada locuela, con su tonar en esto de asociar!.
Un beso desde la Galicia Caníbal, con su sol de carrallo, del siglo pasado.
Yo siempre suelo decir, aparte de aquello de que «no hay mal que cien años dure… ni cuerpo que lo resista», es que cuando creemos que no podemos más, estamos a la mitad de nuestras posibilidades. Y en ese no poder más radica el caudal de la verdadera fuerza, la decisión de que no queremos sufrir más y, lo que para mí es aún más poderoso, la creciente llama de la creativididad y la imaginación que es, a mi juicio, nuestra arma más poderosa. En mi caso, es la medicina que sí que cura. Lo que de verdad nos salva.
Buenos días insomnes desde el Lonely Hearts Club Band.
O, vamos, ya puestos, desde la no siempre soleada Málaga.