QUIEN PARTE Y REPARTE

Las mujeres abnegadas de mi familia no han hecho nunca suya la frase hecha de «El que parte y reparte, se lleva mejor parte», supongo que como las matriarcas de todas las familias, desde mis bisabuelas  (tuve la fortuna de conocer a dos), pasando por mi abuela materna, hasta mi propia madre  -y, también ahora, mi suegrita- han acuñado en las reuniones familiares,  en cambio, otra muy diferente:

A mí, déjame los huesos, que me gusta rosigar– o su variante – Lo mejor, lo más sabroso, siempre es la parte del hueso, dejámelos a mí.

La parte magra para otros, siempre para otros. Alguien se tiene que comer lo que también se paga: la cabeza del conejo y el cuello del pollo, por ejemplo.

– A mí, a mí -. ¿Qué hay detrás de ése «a mí»?. Hay mucha entrega, mucha renuncia, hay silenciados deseos, hay generosidad, hay el gran placer de devorar sublimado por el de cocinar. También  hay transferencia de emociones, la satisfacción de comer poco, los restos apenas, conformarse con casi nada, gozando viendo comer a otros, hay frustración a la larga, hay reproches y gratitud debida, eterna, hay lazos, hay…

Sobre todo hay una confabulación social (en el microcosmos familiar) para perpetuar esa renuncia. Hay una aceptación del sacrificio de esa misma persona (casi siempre la mujer), la que come la última porque es la última en sentarse a la mesa; la que roe las minucias porque es la que debe acabar antes para recoger la mesa, quitar las migas, correr a servir el postre junto al café. Mientras, los niños ya juegan y los demás (hijos, marido, padres -si aún los hay)- se comportan como los  invitados que, en realidad, son: convidados a esa oblación personal. Ellos charlan, discuten sobre lo mundano y lo divino. Con un poco de suerte, si son educaditos, tienen a bien felicitar a la cocinera que ha elaborado el festín.

Vuelco hoy estos pensamientos porque en medio de toda esta vorágine de recortes, de reformas, de despropósitos, de repartos entre potencias, de grandes planes y de blablas políticos, nos van llegando ideas de nueva equidad, ideales utópicos  de justicia social, de crear una nueva etapa social, menos compulsiva en el consumo, menos voraz con la Madre Gaia, más vital, más humana, con un nuevo orden mundial…¡la Era Acuario! y demás.

Pero, – a pesar de que me he adscrito a muchas de esas propuestas, me he manifestado, firmo peticiones públicas,  le doy al «me gusta» y «retuiteo» las denuncias de otros e, incluso, genero propias-, hoy, en nuestra reunión familiar, he vuelto a percatarme de que esa renuncia sigue vigente en nuestro eterno femenino. ¡Qué poco hemos cambiado!. Las niñas de ayer -madres ahora-, seguimos diciendo, mientras vamos de camino a la cocina en busca del salero, de más salsa o  de la solución para la petición del niño de turno: -¡a mí, apartadme las partes  de rechupetear que son las que prefiero!.

Y, así, no iremos a ninguna parte. Si no somos capaces de tener equidad dentro de un núcleo tan pequeño como es el familiar, menos aún lo vamos a hacer a nivel global. Si la que más ha trabajado para celebrar la vida en común sigue siendo la que menos se agasaja, la que  sigue sin creerse merecededora de nada más porque nadie se lo dice, porque nunca oye un:

-No, mamá, esta vez no. ¡Quedáte ahí que ya me levanto yo!. Tú come tranquila que te lo has ganado y disfruta del jarrete, que si es por cercanía al hueso, ahí tienes de sobra. Deja el tajobajo que ya me lo como hoy yo.

Reparto de funciones, reparto de beneficios. De eso se trata. No podemos pretender cambiar los roles laborales, económicos y mundiales. Nunca huiremos de la esclavitud del Neoliberalismo y del Capitalismo, nunca nos libraremos de su voracidad, si ni siquiera en el seno de lo cotidiano damos un paso adelante. Seguiremos anclados, pagando los de siempre, trabajando no ocho sino catorce horas, por menos salario, sin protestar porque no nos merecemos nada más, levantándonos cuando la Patronal, el Mercado ladren reclamando más y más. Porque ellos sí que reparten el mundo (no se acabo su pastel con el reparto colonial) y se quedan, sin ningún rubor, la mejor parte. Porque ellos lo valen -como decía el anuncio aquel y no les duelen prendas en reclamarlo. Aunque no hayan doblado el espinazo cavando la tierra para sembrar, para extraer Coltán, oro ni diamantes, no han soportado el frío ni el calor limpiando, talando, repartiendo sus bienes . No, ellos no se han pasado horas en ninguna cocina, pero son los que deciden la cocina que se va a llevar, que el cocinero de moda, el país al que le toca reinar. Tenemos que romper esa ferocidad. No sé cómo pero…, tal vez, recordando que aunque llueva siempre sale el sol. Y, si nos coincienciamos, hacemos un gesto pequeño, familiar, si somos capaces de compartir una buena reunión dónde todos comen a la par, todo se reparte, todos ríen y mojan al compás. Tal vez, así, dejaremos de permitir que se privaticen los beneficios mientras nos socializan y responsabilizan de las pérdidas.

Y, para demostrarlo, os dejo el botón de nuestra comida colectiva más celebrada: EL HUEVO ROTO DE AVESTRUZ. Más colectividad no es posible (salvo ranchos y similares), más camaradería tampoco. Turnándonos para romper la dura cáscara, preparar y untar:

Y, como complemento, recomendable recordar los banquetes y la vida de Antonia.

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23 respuestas a QUIEN PARTE Y REPARTE

  1. makinay dijo:

    Cuanta razón llevas en tu articulo.

    • Liacice dijo:

      Gracias. No sé si la tendré (siempre hay opiniones para todos los gustos) pero esto es lo que siento, haciendo mío el lema ecologista ya añejo: «piensa global, actúa local». Sólo paso a paso se logrará algo, se podrán vencer titanes siendo minúsculos.

      • makinay dijo:

        Llevo tan poco tiempo en este atractivo mundo de los Blogs, que no puedo saber si existe código deontológico, así que te pido permiso para añadirte como enlace en mi blog. ¿Puedo?
        Si es así, mándame el nombre con que quieres que aparezca, la dirección web y la descripción que quiere que te ponga, recuerdas que al pasar el ratón por encima de tu nombre, aparecerá la leyenda que elijas. Gracias

  2. Alejandro Blázquez y su exceso de autoestima. dijo:

    Al leer tu publicación he tenido la sensación de que el tiempo se detiene para darme un momento en el que pensar. He imaginado como en la cocina estaba yo, mirado la cacerola en la que dentro hervía agua que se paraba en seco dejando las burbujas que brotaban en un estado de increíble congelación y he podido ver, reflejado en ese líquido elemento imágenes de mi vida que confirman los que dices.

    Hoy, cocino yo.

  3. lakittywoo dijo:

    Es curioso. Ayer tuve que dar una charla sobre conciencia social para captar a jóvenes e intentar que colaboren en la ONG para la que trabajo (de técnico de comunicación). Mi discurso empezaba diciendo que para hacer la revolución hay que empezar por uno mismo, y que no puedes cambiar el mundo si no cambias tu entorno.
    Es muy fácil empatizar con las víctimas del desastre nuclear de Fukushima y sin embargo no somos capaces de poner puntos apartes y barreras en nuestras relaciones más cercanas.
    Estoy completamente deacuerdo contigo.
    Y es terrible darse cuenta de que es más fácil hacer una transferencia bancaria a la cuenta del proyecto social de turno que decirle a tu madre que no se levante ella hoy a recoger los platos, que mejor esta vez lo va a hacer mi hermano.
    Pero es que todo es un fractal Esta misma conversación podemos trasladarla a cualquier otro tema, que llegaríamos a la misma conclusión.
    K.

    • Liacice dijo:

      Escribir en el blog me está aportando muchas emociones. Me permite pensar, reflexionar, hacerme más consciente de algunas vivencias y me da libertad para expresarlas. Antes, creía sinceramente que nadie las recogía. Que mis palabras se perdían en el ciberespacio sin más y, aún así, me eran válidas como autocomplacencia. Ahora, leyendo palabras coincidentes como lo que cuentas tú arriba, me siento aún más reafirmada, más impulsada a seguir, aunque a veces, pese e, incluso, duela escribir por lo mucho que remueve.
      Por otra parte, sí que es una verdadera pena que nos cueste menos abonar con dinero para acallar coinciencias que ayudar a nuestros cercanos. paso a paso

  4. celia dijo:

    Cada vez me gusta mas leer tus palabras,consigues que me enfrasque sin dejar de mirar la pantalla….me encanta como retratas la «cruel» a veces realidad general con la sencillez de una «grandiosa» reunion familiar….y es que siempre digo…..sino somos capaces de entendernos en una comunidad de vecinos(pocos)como nos vamos a poner de acuerdo para gobernar un pais…¡¡¡¡¡¡¡ay dios……HUMANOS!!!!!!!.Enhorabuena…cada dia te creces mas en tus lineas

    • Liacice dijo:

      Celia, fía mía, que me llenas de emoción. Me sorprende leer palabras de ánimo aquí. aún pienso que no me explico, que me aturrullo, que se me va la pinza, qeu aburro con mis boberías y, de repente, ahí estás!!!!!!!!. Gracias, de corazón.

  5. Albertobé dijo:

    Hola… Aprovechando esta entrada, con cuyo contenido por otra parte estoy totalmente de acuerdo quisiera hacerte un comentario aparte. No sé si conoces los premios Liebster («favorito», en alemán), una interesante iniciativa destinada a promocionar pequeños blogs, en cuanto al número de visitas se refiere, a través de una cadena de premios simbólicos que los propios bloggers otorgan. He enlazado Yo he recibido uno y quiero que sepas que tu blog es uno de los que he enlazado. Consulta mi última entrada. Ahora te toca a ti…

    • Liacice dijo:

      ¡Muchas gracias, Albertobé!. Por tus palabras y por proponerme para el premio. Lo concoía por tu blog precisamente. Nunca pensé que me llegaría. ¡Qué responsabilidad!. Estoy acostumbrada a evaluar, por la ocupación que me alimenta, pero seleccionar a otros blogs…¡creo que me va a ser difícil!. A pesar de esta dificultad, reitero mi agradecimiento por depositar en mí tu confianza y tu tiempo. Me sonroja, me anima y me alegra. Buen domingo

  6. rfundora dijo:

    que lindo, asi mismo es en Cuba

  7. Pequillas dijo:

    Felicidades, Gracias y Ánimo. Lo primero por ser como eres, pensar como piensas y expresarte como te expresas. No es la primera vez que me descubro leyendote con cara de embobada. Lo segundo por regalarme esos minutos que aparentemente son robados, pues no es tiempo perdido el que pasa mientras pienso en la cantidad de verdades que nos relatas, nos abres un cuaderno en blanco en el que tu misma, con tus pensamientos, experiencias y emociones fraguadas tras el puchero, empiezas a escribir un índice y nos dejas a los demás que poco a poco vayamos rellenando con nuestras propias historias y experiencias. Lo tercero por esa propuesta al premio. No llevas mucho tiempo pero si mucha intensidad, seguro que hay blogs impresionantes que desconozco, pero todos sabemos que el paisaje más hermoso que guardamos en nuestra memoria y corazón es el que realmente nos ha tocado, nos ha llegado a lo mas profundo y ha conseguido emocionarnos.
    Adelante, siempre adelante, pase lo que pase.
    Muacks!!!!

    • Liacice dijo:

      ¡Madre mía, Pequillas, casi lloro!. estoy desbordada de tanta emotividadq eu ya sabes que soy de aguante esterno pero por dentro… Gracias por tu apoyo. Sé que es sincero y no me puede llegar más hondo. Un beso enoooooormeeeee

  8. Elysa dijo:

    No puedo más que estar de acuerdo con tu reflexión. Poco más puedo añadir, lo has dicho muy claro y es desde pequeños gestos, en los hogares, desde donde se puede empezar a luchar y educar y a partir de ahí llevarlo a lo global.

    Besitos

  9. Uy, te veo muy activa. Llevaba tiempo sin poder cotillear mis rinconcitos, y justo hoy doy con este cántico tan de justicia. Digo esto porque ayer me escapé a ver De tu ventana a la mía, y me dejó K.O. Vaya mujeres, y vaya tiempos les tocó vivir. No sé si me impactó más sus historias o el manejo de la cámara de la directora. Parecía el resurgir del expresionismo alemán. La leche. La verdad es que no esperaba tanto.
    Así, que este fin de semana ya tengo excusa para brindar con buen cava. Por nuestras mujeres del pasado y por unos tiempos más fáciles y libres para todas.
    Besote gordo, corazón

    • Liacice dijo:

      ¡Ay, ay, me temo que lo llevamos claro con lo de los tiempos que se avecinan!. ¿Has oído/leído las últimas ideas, opiniones, declaraciones -mamarrachadas- del querido Gallardón?. Las mujeres sin hijos, no somos nada. Me veo trabajando hasta los setenta y, a pesar de ello, mi último fin sólo será el de formar parte de los cubitos energéticos con los que se alimentará a las residentes en asilos que sí hayan tenido hijos. «Porque ellas sí lo valdrán». En fin. Mi opinión sobre la pelí ya la dí, en su correspondiente entrada. Salí enamorada de Maribel, enamorada de su historia, de la fuerza de las imágenes y de ella. En general, me gusto bastante. Tan estéticamente lírica, tan «expresionista»- tienes razón- tan cuidada, tan clara, dura y sincera y, a la para, tan bella. Tal vez, la historia inicial, flojea un poco. No sé, no me llegó tanto la actuación de la jovencita, pese a que es el espacio más lindo, más verde, más oxigenante, en principio. Y nuestra Zaragoza estrenando democracia mientras peligra una vida sin amor, es tiernamente metafórica. Muchos la han tildado de lenta, de aburrida. ¡Yo la disfruté, guardo un gran regusto y la recomiendo!. Otro besote enorme (lo del estirón de orejas era broma, je, je)

  10. El Cantador dijo:

    La razón por la que tuve el impulso de conocer de tu blog es porque me gusta la cocina, aunque me meto a ella solo de vez en vez, ahora que en sentido figurado la Vida misma se presta para que sazones todos tus platillos a tu modo cuando es posible, o para que te conformes con la comida rápida según el pueblo por el que vas pasando.
    También sabemos que hay cocineros nefastos de los que es mejor solo alejarnos y otros a los que tanto te han deleitado que te dan ganas de darles un abrazo o….si es una Dama y con su venia; un respetuoso beso en la mano.

    • Liacice dijo:

      ¡Muchas gracias, Cantador!, no sólo por acercarte a mis cociditos atraído por la cocina (espero no haberte defraudado al comprobar que no sólo se cocina aquí, si no que se cuece cualquier alimento para el alma sin hablar de cantidades, con desmesura más bien) si no por, además, dejarme tu aportación y con tan buenas palabras. Tienes mi venía para besar mi mano (virtual) -si te han gustado mis guisos, claro está. Un abrazo de regreso

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